Animal's y Tropicana: Unidos por un Sueño de Mil Corazones Peludos
A veces, las acciones más nobles provienen de aquellos que, sin buscar reconocimiento, ponen todo su corazón en transformar vidas. Durante el mes de junio, Animals y Tropicana unieron fuerzas en una campaña que tocó los corazones de miles: la "Maratón, 24 horas de Humor con Luchito por los Peluditos". Esta iniciativa, impulsada por Luchito, el querido humorista de Tropicana, tenía un solo objetivo: recaudar alimento para cinco fundaciones que luchan día a día por dar una segunda oportunidad a perros y gatos rescatados de las calles, víctimas del abandono, la crueldad y, en los casos más desgarradores, del abuso.
Desde el primer día, la respuesta fue abrumadora. No solo los fieles oyentes de Tropicana se unieron, sino también la gran familia de Animals, que hizo suya esta causa con una solidaridad conmovedora. Durante semanas, las personas se acercaron a nuestras tiendas y al sitio web, no solo a hacer sus compras, sino a dejar un pedacito de su corazón en cada donación. "Me uno a esta causa para ayudar a aquellos que no tienen voz," dijeron muchos. "Dios les dé muchas bendiciones por lo que hacen por los perros de la calle," fue el eco de gratitud que resonó en todos los rincones.
Gracias a esta ola de generosidad, logramos llevar esperanza a las fundaciones Rescate Miaws, Hogar San Carlos, Huellitas de Dios, Montaña Perruna y Ángeles sin Voz, la mayoría ubicadas en Usme, una localidad al suroriente de Bogotá que, aunque enfrenta desafíos como la pobreza y el desempleo, también brilla por su espíritu comunitario y su amor incondicional hacia los más vulnerables.
Cada una de estas fundaciones es un testimonio viviente de cómo el amor puede transformar la vida de seres indefensos. En Rescate Miaws, Mario Patarroyo lucha diariamente por salvar a perros que han sido utilizados en peleas clandestinas. Cada día es una batalla por devolverles la vida, tras haber estado al borde de la muerte. Con una sonrisa, Mario cuenta cómo ha enfrentado amenazas por su trabajo, pero su determinación no flaquea.
En el Hogar San Carlos, Patricia Sánchez comenzó su labor hace una década cuando encontró a una perrita y sus nueve cachorros abandonados en su puerta. Con recursos limitados, Patricia les hizo sopas para alimentarlos y, aunque no todos sobrevivieron, aquellos que lo lograron se convirtieron en su razón para seguir ayudando. Hoy, su hogar es refugio para más de 50 animales, pero el espacio y los recursos son escasos. "Me gustaría poder ayudar a más, pero ya no tengo espacio," dice entre lágrimas. "A veces ni siquiera tengo para mí, y verlos llorar me rompe el corazón."
Luego está don Alonso, el alma detrás de Montaña Perruna, quien dejó su vida como conductor de transporte público para dedicarse a sus perros en un rincón apartado de la ciudad. Allí, donde el viento y las nubes se encuentran, Alonso vive con sus peludos, alimentándolos con las sobras que le donan los restaurantes que conocen su noble causa.
Al conocer estas historias, es imposible no sentirse conmovido, con el corazón encogido pero fortalecido por la certeza de haber cumplido con nuestro deber. Dar un poco de lo que tenemos para ayudar a quienes más lo necesitan es un privilegio, y nada de esto sería posible sin el esfuerzo colectivo de una gran familia.
A todos aquellos que pusieron su granito de amor para alimentar a estos peluditos, ¡gracias! Gracias por acompañarnos en la entrega del alimento, por no temer ensuciarse o llenarse de pelos. Gracias a las marcas aliadas que donaron bultos de comida, y a cada persona que nos envió un mensaje de solidaridad.
Gracias a Tropicana y a Luchito, por sacrificar horas de sueño para unir a miles de colombianos en una misma causa. En Animals, sabemos que cada buena acción que realizamos será devuelta en miles de bendiciones.
¡Gracias equipo, gracias familia!